Desde 1997, han sido muchas las personas que han sentido “la llamada de las tablas del escenario”, para muchas de ellas fue algo más o menos efímero e, incluso, accidental, para otras, sin embargo, el actuar, el dar vida a un personaje bien distinto en cada nuevo montaje, se convirtió en algo vivo y emocionante que desató una auténtica pasión, si no vocación. Unos/as tan solo quisieron ser figurantes, otros/as tuvieron el coraje, tal vez la temeridad, de aceptar papeles protagónicos.

Desde el inicio de Arrabal Teatro, la responsabilidad de mantener viva la llama de la acción teatral, recayó en estos hombres y mujeres que lograron, en todos los montajes, aunar a un grupo heterogéneo de personas actuando y formando equipo técnico para realizar las mejores puestas en escena posibles.

Obviamente el número de estos/as responsables es menor que el de los grupos de actores/actrices y técnicos. La dirección fue asumida por:

Sin estas personas que, agazapadas tras el telón, que a veces disfrutan, las más sufren, y que siempre están bien atentas al desarrollo de la acción en el escenario, no sería posible la representación. (Las luces, el sonido, el vestuario, el maquillaje, la peluquería, la proyección, la elaboración de escenarios, la fotografía, la grabación, el diseño de un cartel o un programa, el traspunte, la auxiliar de dirección, la regiduría… son oficios imprescindibles para una buena puesta en escena).

Al igual que actuando, muchísimas personas han puesto su trabajo, su ilusión y su saber hacer para que la magia del teatro fuese posible. Han sido –algunos lo son- los técnicos y colaboradores de “Arrabal-Teatro”: